Hola a todos de nuevo, desde la Madre Patria. Amanecido ya en Madrid, y sin tener muy claro dónde me despierto por las mañanas, retomo el relato de las jornadas que han servido de colofón a mi itinerante viaje. Han sido dos semanas por Cuba, que me han dejado un buen número de sensaciones encontradas que intentaré sintetizar. Es por ello que comenzaré con un texto genérico en el que intento plasmar mi impresión de lo que he visto y vivido en la isla caribeña. Evidentemente, se trata de impresiones subjetivas -todas lo son- y que pueden estar -como me suele ocurrir habitualmente- muy equivocadas.
La realidad de los cubanos es acuciante y compleja -más acuciante que compleja-. En los pocos días que he estado en el país -seguramente demasiado pocos para sacar conclusiones definitivas- he percibido una realidad muy alejada de la idílica estampa caribeña de sol, playa y mojito que muchos han hecho trascender de Cuba.
En lo concerniente a la economía, cualquier trabajador normal, con un sueldo de 240 pesos cubanos al mes (unos 10 dólares o 10 CUC), debe buscarse la vida para poder sobrevivir (os aseguro que es imposible subsistir un mes en cuba con ese sueldo, por muy cubano que se sea). Un médico o un arquitecto tienen un sueldo algo más alto, pero tienen que complementarlo igualmente con otras actividades para vivir.
Esta situación determina que todos anden de forma esquizofrénica para conseguir los dólares necesarios para poder llegar a fin de mes. El objetivo más propiciatorio en ese contexto es el turista -el yuma, como ellos lo llaman- que en la mayoría de los casos, constituye la principal fuente de recursos accesorios -pero fundamentales- de los cubanos.
Ya sea con las casas particulares (en las que se puede alojar a turistas); los paladares (en los que se puede dar de comer a turistas), legales o ilegales; la prostitución encubierta con las 'jineteras' y la camarilla de chulos y alcahuetes que merodean a su alrededor; los falsos vendedores de puros o vendedores de puros falsos; los estafadores de más o menos envergadura; y todo tipo de buscavidas; los cubanos subsisten en un desafío continuo por la supervivencia. También los hay que, 'simplemente' tienen hasta dos o tres trabajos que les permiten juntar el dinero necesario para tirar adelante.
Otra fuente de ingresos importante para muchos cubanos es el dinero que los familiares que viven en el extranjero -que en algún momento pudieron escapar del país- les envían siempre que pueden. Hago notar que enviarle 10 dólares a un cubano representa duplicarle el sueldo ese mes.
En el caso de los 'negocios turísticos legales', por ejemplo una casa particular legal, suelen cobrar de 20 a 30 CUC (dólares) por noche -a mí me parece disparatadamente caro para el nivel de vida que hay en Cuba-. De este modo, están ingresando en un día de dos a tres veces el sueldo mensual de un trabajador cubano. Bien es verdad que pagan más de 100 CUC mensuales de impuestos y sus tarifas de agua, electricidad y gas son más altas que para el resto de la población. En cualquier caso, en una casa particular que esté llena 20 días en un mes, se consiguen unos beneficios superiores a los 300 CUC, 30 veces el sueldo de un trabajador. Por otro lado, no es fácil conseguir licencia para tener una casa particular y muchos se ven abocados a la ilegalidad (con lo que se ahorran los impuestos, las tarifas más altas de luz y agua, aunque se arriesgan a una multa de 1.500 CUC, que prácticamente les lleva directamente a la cárcel o a la expropiación de la casa). Y por supuesto, existe la corrupción. Si estás bien relacionado te será más sencillo conseguir tu licencia, o conseguir que no te la quiten si has cometido alguna irregularidad.
El tema de la 'prostitución' también creo que es digno de comentarse. La prostitución es ilegal en Cuba, pero muchas mujeres y hombres encuentran un modo de subsistencia en ir con turistas para conseguir algo de dinero y, si tienen suerte, casarse con ellos y que les saquen del país. No se puede llamar propiamente prostitución, es más una forma sencilla, aunque desesperada, de poder escapar de su situación. Quizás exagere un poco si digo que el sueño de muchos jóvenes cubanos -mujeres y hombres- es conocer a alguien que les pueda sacar del país, aunque sea casándose con él. Creo que la situación tiene que ser muy desesperada para llegar a esos extremos, aunque ellos lo viven con absoluta normalidad. (Recuerdo que el término normalidad está relacionado con las circunstancias habituales de algo o alguien y que no tiene connotaciones morales).
Decía que la prostitución es ilegal. Supuestamente, la forma que tienen las autoridades de perseguir esas conductas ilícitas es através de los registros de las chicas (y en su caso, chicos) que se quedan con los turistas en hoteles y casas particulares. Cuando un turista lleva a una chica/o a su habitación, el dueño de la casa o el recepcionista del hotel toma los datos del sujeto. Estos listados son revisados por las autoridades, que si encuentran algún cubano repetido en los registros (que ha estado más de una vez con turistas) toman las medidas pertinentes que les pueden llevar hasta incluso la cárcel.
Evidentemente, quedan sin control las casa particulares ilegales (que son muchas, sobre todo en La Habana) y los hoteles en los que los recepcionistas hacen la vista gorda por uno o dos billetes.
Quiero aclarar, por cierto, que no atribuyo nada a los cubanos por el hecho de ser cubanos, sino por las circunstancias que determinan su realidad actual. Imagino que cualquiera que estuviera en su situación haría algo parecido. Por supuesto que debe haber cubanos que nada tengan que ver con esas conductas.
Por otro lado, el aparato de propaganda oficial cubano, que tanto esmero pone en llenar las carreteras y otros espacios públicos de leyendas, eslóganes y pintadas, destacando las virtudes de la revolución y del sistema político cubano, poca atención pone en la imagen desesperada y caótica que el visitante se acaba llevando de este -imagino que en el fondo- maravilloso país.
Precisamente, más allá de los gringos (y afines) moradores habituales de hoteles 5 estrellas y los mayoritarios turistas maduros (en cuanto a la edad) en busca de paraísos sexuales -Cuba, indudablemente lo es-, cualquier visitante mínimamente racional, se lleva una impresión de desesperación, desigualdad y estrépito que desmiente cualquier pintada que uno pueda leer en la carretera, por muy acompañada que vaya del rostro del Ché.
Confío al menos que el tránsito que de algún modo ya se está produciendo de una economía socialista a una de libre mercado, no desemboque en un sistema mafioso-represor como el que acontece en Rusia.
Creo que era Trotsky el que decía que toda revolución es imposible hasta que se convierte en inevitable. Pienso que el cambio en Cuba se está convirtiendo ya en inevitable. La cuestión es saber qué tipo de cambio es el que aguarda. De momento los indicios son poco esperanzadores. Lo veremos.
La realidad de los cubanos es acuciante y compleja -más acuciante que compleja-. En los pocos días que he estado en el país -seguramente demasiado pocos para sacar conclusiones definitivas- he percibido una realidad muy alejada de la idílica estampa caribeña de sol, playa y mojito que muchos han hecho trascender de Cuba.
En lo concerniente a la economía, cualquier trabajador normal, con un sueldo de 240 pesos cubanos al mes (unos 10 dólares o 10 CUC), debe buscarse la vida para poder sobrevivir (os aseguro que es imposible subsistir un mes en cuba con ese sueldo, por muy cubano que se sea). Un médico o un arquitecto tienen un sueldo algo más alto, pero tienen que complementarlo igualmente con otras actividades para vivir.
Esta situación determina que todos anden de forma esquizofrénica para conseguir los dólares necesarios para poder llegar a fin de mes. El objetivo más propiciatorio en ese contexto es el turista -el yuma, como ellos lo llaman- que en la mayoría de los casos, constituye la principal fuente de recursos accesorios -pero fundamentales- de los cubanos.
Ya sea con las casas particulares (en las que se puede alojar a turistas); los paladares (en los que se puede dar de comer a turistas), legales o ilegales; la prostitución encubierta con las 'jineteras' y la camarilla de chulos y alcahuetes que merodean a su alrededor; los falsos vendedores de puros o vendedores de puros falsos; los estafadores de más o menos envergadura; y todo tipo de buscavidas; los cubanos subsisten en un desafío continuo por la supervivencia. También los hay que, 'simplemente' tienen hasta dos o tres trabajos que les permiten juntar el dinero necesario para tirar adelante.
Otra fuente de ingresos importante para muchos cubanos es el dinero que los familiares que viven en el extranjero -que en algún momento pudieron escapar del país- les envían siempre que pueden. Hago notar que enviarle 10 dólares a un cubano representa duplicarle el sueldo ese mes.
En el caso de los 'negocios turísticos legales', por ejemplo una casa particular legal, suelen cobrar de 20 a 30 CUC (dólares) por noche -a mí me parece disparatadamente caro para el nivel de vida que hay en Cuba-. De este modo, están ingresando en un día de dos a tres veces el sueldo mensual de un trabajador cubano. Bien es verdad que pagan más de 100 CUC mensuales de impuestos y sus tarifas de agua, electricidad y gas son más altas que para el resto de la población. En cualquier caso, en una casa particular que esté llena 20 días en un mes, se consiguen unos beneficios superiores a los 300 CUC, 30 veces el sueldo de un trabajador. Por otro lado, no es fácil conseguir licencia para tener una casa particular y muchos se ven abocados a la ilegalidad (con lo que se ahorran los impuestos, las tarifas más altas de luz y agua, aunque se arriesgan a una multa de 1.500 CUC, que prácticamente les lleva directamente a la cárcel o a la expropiación de la casa). Y por supuesto, existe la corrupción. Si estás bien relacionado te será más sencillo conseguir tu licencia, o conseguir que no te la quiten si has cometido alguna irregularidad.
El tema de la 'prostitución' también creo que es digno de comentarse. La prostitución es ilegal en Cuba, pero muchas mujeres y hombres encuentran un modo de subsistencia en ir con turistas para conseguir algo de dinero y, si tienen suerte, casarse con ellos y que les saquen del país. No se puede llamar propiamente prostitución, es más una forma sencilla, aunque desesperada, de poder escapar de su situación. Quizás exagere un poco si digo que el sueño de muchos jóvenes cubanos -mujeres y hombres- es conocer a alguien que les pueda sacar del país, aunque sea casándose con él. Creo que la situación tiene que ser muy desesperada para llegar a esos extremos, aunque ellos lo viven con absoluta normalidad. (Recuerdo que el término normalidad está relacionado con las circunstancias habituales de algo o alguien y que no tiene connotaciones morales).
Decía que la prostitución es ilegal. Supuestamente, la forma que tienen las autoridades de perseguir esas conductas ilícitas es através de los registros de las chicas (y en su caso, chicos) que se quedan con los turistas en hoteles y casas particulares. Cuando un turista lleva a una chica/o a su habitación, el dueño de la casa o el recepcionista del hotel toma los datos del sujeto. Estos listados son revisados por las autoridades, que si encuentran algún cubano repetido en los registros (que ha estado más de una vez con turistas) toman las medidas pertinentes que les pueden llevar hasta incluso la cárcel.
Evidentemente, quedan sin control las casa particulares ilegales (que son muchas, sobre todo en La Habana) y los hoteles en los que los recepcionistas hacen la vista gorda por uno o dos billetes.
Quiero aclarar, por cierto, que no atribuyo nada a los cubanos por el hecho de ser cubanos, sino por las circunstancias que determinan su realidad actual. Imagino que cualquiera que estuviera en su situación haría algo parecido. Por supuesto que debe haber cubanos que nada tengan que ver con esas conductas.
Por otro lado, el aparato de propaganda oficial cubano, que tanto esmero pone en llenar las carreteras y otros espacios públicos de leyendas, eslóganes y pintadas, destacando las virtudes de la revolución y del sistema político cubano, poca atención pone en la imagen desesperada y caótica que el visitante se acaba llevando de este -imagino que en el fondo- maravilloso país.
Precisamente, más allá de los gringos (y afines) moradores habituales de hoteles 5 estrellas y los mayoritarios turistas maduros (en cuanto a la edad) en busca de paraísos sexuales -Cuba, indudablemente lo es-, cualquier visitante mínimamente racional, se lleva una impresión de desesperación, desigualdad y estrépito que desmiente cualquier pintada que uno pueda leer en la carretera, por muy acompañada que vaya del rostro del Ché.
Confío al menos que el tránsito que de algún modo ya se está produciendo de una economía socialista a una de libre mercado, no desemboque en un sistema mafioso-represor como el que acontece en Rusia.
Creo que era Trotsky el que decía que toda revolución es imposible hasta que se convierte en inevitable. Pienso que el cambio en Cuba se está convirtiendo ya en inevitable. La cuestión es saber qué tipo de cambio es el que aguarda. De momento los indicios son poco esperanzadores. Lo veremos.
2 comentarios:
Muy acertados comentarios.
Pero espero que nos cuente sus experiencias personales a todo los respectos.
No me puedo imaginar que se convirtiera en uno de esos gringos maduros de los que habla, no le pega nada......o eso quiero creer yo!!!
Hemos hablado muchas veces de la "relativa liberalidad sexual" de los paises caribeños,donde yo siempre había defendido que con la desesperación todo ello es posible.....supongo que ahora tendrá una visión acertada de esa desesperación,donde todos los extranjeros son guapísimos y atractivísimos para todas las mujeres....
Asi que espero las siguientes partes de la aventura cubana
Hola! Hacia muuuucho tiempo que no me metía en tu blog. Veo que te has pegado una vuelta bien buena.
Yo también estuve en Cuba hará ya unos 10 años de viaje de fin de curso con la universidad. Las cosas por que tu cuentas no ha cambiado absolutamente nada: empleados de banca que por la tarde están en el bicitaxi, taxis ilegales, guaguas, jineteras y jineteros a mogollón, represión policial para los cubanos (en Varadero no podían vivir cubanos y en La Habana no podían entrar a los hoteles mas que al lobbi) todo el mundo buscandose la vida en fin. Te timaron en todos los taxis, trayectos que hice en guaguas por 15-20$ en taxis del gobierno eran 5$. lo descubrí cuando me iba. La oscura realidad cubana de la que siguen hablando los cubanos, no me extraña nada que lo hagan. Es verdad que vas pensando que es un país tropical pero regresas sabiendo que están en la mas absoluta de las miserias (sin contar lo que te encontraste en la India, a ojos de Fidel, como viven ellos eso es un paraíso). No me extraña que te hable de ello todo el mundo que te encontraste allá.
En Varadero, que nada tiene que ver con la Habana, también estuve 3 días en el Tortuga. Es un sitio aburridillo, solo para tirarte en la propia playa del hotel, donde se esta genial. Hacían actividades muy típicas que si clases de salsa. Lo mejor en Varadero es pillaste excursiones. Nosotros fuimos a hacer esnorquel y fue precioso. También fuimos al Habana Club barra libre menuda melopea que me pille allí....
La Habana me pareció un sitio que estaba claro que había pasado tiempos muchísimo mejores y era una pena verlo todo tan destartalado y tan monumental, a la vez... El cementerio de Colon es digno de visitar también. El botellón en el Central Park también es bueno. Y la gente re va contando su oscura realidad a cada momento.
Sabes? Lo mejor de Cuba a parte de su belleza natural y sus monumento, es la gente. La gente, buscavidas o no, solo quieren sobrevivir como sea y todos te cuentan sus problemas pero siempre tienen una sonrisa en los labios. Cantan por la calle y bailan porque no quieren deprimirse y lo consiguen. Eso fue lo mas valioso que me lleve de Cuba y una gran lección de vida que me ha servido para mucho (incluso para vivir en Barna).
Bueno y hasta cuando estas en Madrid? Dame un toque tío!
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